Hotel maravilloso, volvería sin duda. El personal es muy amable, y tratan de ayudarte en todo lo posible. La habitación es enorme, y el baño también, y está todo muy limpio, y todo es precioso. La habitación tiene nevera, que eso está muy bien. El desayuno es muy variado, hay tanto dulce como salado. Lo único malo, que el wifi no iba en la habitación, había que estar en la recepción. No está en el centro de Goreme, pero no se tarda nada en llegar al centro andando, en 5 - 10 minutos ya estás en el centro, así que para mí eso no es un problema, está muy bien situado.