Hotel moderno en el centro de Viena, el personal del hotel es muy profesional y muy agradable. Nos recomendaron sitios para cenar maravillosos muy cerca del hotel. Estuvimos en una habitación del patio, no había ningún ruido, no creo que en la parte delantera tampoco haya ruido. La habitación estaba muy limpia, la cama es muy comoda, una ducha grande con WC separado, amenities del baño de lujo. El desayuno no está incluido, puedes desayunar a la carta en el mismo hotel o pedir el desayuno en la habitación. Tienes varias líneas de metro, autobús y tranvia muy cerca para moverte a cualquier sitio. Desde el aeropuerto tienes un tren que te deja en el centro de Viena y desde allí puedes ir en Metro o tranvia muy cerca del hotel.