El hotel está en términos generales muy bien. Habitación funcional, todo lo que hace falta está allí, aún siendo que el cuarto no es demasiado grande. Cama y blancos cómodos, TV con muchos canales en español e inglés. El baño correcto, área de ducha separada. El desayuno está bien, bastante completo. 15 minutos de tram para desplazarse al centro de la ciudad, muy bien conectado con el aeropuerto a través del tren/metro. Personal amable, correcto en su modo. Nos dieron la posibilidad de un late check out hasta las 5 de la tarde por 20 euros, nos resultó muy útil. Muy buena relación precio/calidad.
Viena es una ciudad impresionante. Volvería a hospedarme en este hotel si regreso a ella.