Escojo siempre el Brondo cuando viajo a Ibiza por trabajo. Esta vez fue una decepción. Están en obras, no avisan de las mismas ; y es, quieras o no, repercute en la estancia. Mi habitación, la Richard, estaba a una planta por ascensor y a dos por escaleras, con la incomodidad que supone para transportar la maleta. La chica de la recepción se ofreció a subirla, pero no me pareció una opción. La habitación era súper pequeña, el baño sin puerta, con una cortina de tela y con paredes que no llegaban al techo. VerdDeramente incómodo si vas de a dos . Por suerte iba sola! La insonorización deja mucho que desear, y los trastos de la reforma, por doquier. Eso si, el precio el de siempre. Esta vez me voy con mal sabor de boca. Aún así, el espacio enamora, es una propiedad maravillosa emplazada en el corazón de Palma. Imagino que las reformas la harán aún más bella! Mi recomendación a sus dueños es que tengan una gentileza con los huéspedes que se hospedan mientras se hacen las reformas: o bien un descuento, una invitación al desayuno, o algún detalle amable para paliar las incomodidades que supongan las refacciones.