El hotel está muy bién situado, el el centro neurálgico de la ciudad, rodeado de comercio, bares y restaurantes. Muy cerca de la catedral. El único problema es que no tiene posibilidad de aparcar el coche delante para sacar las maletas, hay que ir a un parking privado, situado al lado mismo del hotel y de allí llevar el equipaje al hotel , está muy cerca, pero no es todo lo cómodo que debería. Hay que decir que tienen precios especiales para los huéspedes. A nosotros nos regalaron el primer día de parking. las habitaciones muy bien y con una insonorización perfecta, la cama tiene colchones y almohadas visco elásticas. Nosotros teníamos la Privilege. Comparado con otros hoteles similares, para ser una habitación de categoría superior, le falta un metro más de anchura, aunque es suficiente. El personal es muy, pero que muy amable. El desayuno excelente.
Si tengo que sacarle un pero al hotel, diré que para mi gusto la calefacción es excesiva, pero supongo que para otros será perfecta.
En definitiva, hotel muy recomendable.