Wifi no funcionaba en la habitación y esta no estaba suficientemente limpia (pelos en las sábanas, papelera sin vaciar...)
No contestan mensajes (sobre hora de llegada y reserva de parking)
Lo peor fue lo del parking. Me dijeron en qué plaza aparcar los 3 días de mi estancia. Pasé el segundo y me encontré una señora indignada que dijo que había aparcado en su sitio. Al hablarlo con el hotel, resultó que tenía razón. Por lo visto, solo disponen de una plaza y, si la tenía ocupada, te decía que aparcaras en la plaza de al lado.
Tuve que cambiar el coche a otro parking público. Me lo habían rallado (supongo que la Sra indignada que no sabía que yo no tenía la culpa).
Perdí una mañana de mi viaje y me quedé con el coche rallado. Y ahora cómo reclamo...
Lo único bueno, la ubicación.