El hostel está muy cerca de la Estación Central de Frankfurt, y quizás es lo mejor del hostel.
El área alrededor del mismo es complicada. Nunca me pasó nada, pero es muy fácil encontrar gente drogándose o tiradas en la calle. Hay muchos prostíbulos y night clubs alrededor. Es una zona roja de verdad, con toda la porquería que ello atrae.
Preferí volver temprano todos los días a arriesgarme a caminar el sector a media noche. No le recomendaría quedarse ahí a una mujer sola.
En el hostel se siente esa "inseguridad" cuando tienes que pasar varios controles para ingresar. Bueno, en realidad es una locura. Para llegar a mi habitación debo pasar 6 puertas (sin incluir el ascensor).
La habitación es simple, le hace falta algo de practicidad. Los camarotes se mueven, entonces si el de arriba se gira al dormir, quien duerme abajo siente todo. La limpieza no es la mejor, estaba decentemente limpio, pero durante los 4 días que estuve ahí no entraron a limpiar. Es más, uno de los huespedes se fue y su cama se quedó como estaba hasta que yo me fui (dos días después)
Mi cama tenía una repisa para dejar cosas, pero creo que no todas la tenían. La luz de cama era tan fuerte que no se podía encender sin despertar a otras personas.
Los baños los considero buenos y algo limpios, aunque les falta algo de mantenimiento.
El ascensor es super lento.