Realmente una atención genial. El depto es bonito, bien decorado, vistas magníficas a la Catedral, y la ubicación te permite visitar todos los lugares de interés caminando. De noche, solo a tres cuadras se pueden disfrutar una variedad de restaurantes de tapas. Nosotros quisimos conocer los que eran baños arabes del siglo XII. Camas comodas, amplias que te permiten descansar muy bien. Cocina muy funcional, y a nuestra llegada nos dejaron una caja con cafés, aliños, leche, galletas; lo que se agradece cuando uno viene en viaje. El personal siempre muy amable y atento a cuidar tus necesidades. Los Felicito nuevamente!!!