Es un hotel increíble, muy bonito y moderno. Localizado en una zona muy céntrica de la ciudad, tiene unas habitaciones muy cómodas y espaciosas, el desayuno es increíble aunque se sirve hasta las 10:30 am, alberca muy bonita con un bar. La atención de todo el personas es insuperable, siempre amables y atentos. El único detalle es que en nuestra habitación al entrar había un palillo debajo del sofá y que ahí permaneció toda la estancia, puerta del baño muy manchada al igual
Que el papel tapiz, pero fuera de eso es extremadamente ordenado. Y fuera de un par de cabellos encontrados en las toallas no hay nada más que decir. Es un muy buen lugar para hospedarse, además está a unos 350 mts del metro lo que lo hace conveniente. Incluso conocimos a la asistente del gerente que es argentina. Muy amable y atenta!