El personal es bastante amable, el desayuno es muy bueno, sobre todo la parte del dulce (Cruasán relleno de nuttela, de crema, donuts buenísimos, etc...) la parte salada algo pobre (queso de sándwich, salchichas, huevos revueltos, jamón y beicon). Las habitaciones con amplias, con tv de pantalla plana pequeñitas. Las camas SOLO tienen una sábana, y puedes coger mantas del armario. El baño tiene secador, bidé y plato de ducha. Tiene nevera minibar vacia que puedes usar.
Las habitaciones tienen hormigas, pocas, pero tienen algunas. Aunque es un fallo, es algo muy común en hoteles por culpa más bien de los huéspedes. El hotel es muy tranquilo, salvo que como a nosotros, os venga un desembarco de chinos que ocuparon más de medio hotel, haciendo ruido, durmiendo en los pasillos, comiéndose todo el buffet de desayuno,....Cosas que pasan.