No es propiamente un hotel,es una residencia,nos llevamos una sorpresa al no tener baño en la habitación,sino que tenía baños con duchas comunitarios,pero después nos sentimos cómodas,está muy bien situado,limpio,tranquilo y el personal muy amables,en particular la responsable de recepción Carina Freitas,un encanto.
En la parte de arriba,está la cocina que cualquier huésped,puede utilizar