Tuvimos que solicitar otra habitación porque además de toalla sucia, estaba la ducha llena de moho.
Hay bastante diferencia entre la chica y los 2 chicos de la recepción, ya que la chica se negaba a cambiarnos la habitación y todo lo que se le pidió, como el cambio de toallas, o estar ausente de la recepción, sin atender la apertura del parking, los chicos si atendían a razones y solucionaron nuestras quejas.
Para una estancia de 5 noches, el cambio de toallas hay que lucharlo, porque aunque digan que sí las cambian... no lo hacen si no insistes.
El armario esta ocupado por el calentador de agua, no quedando espacio para colocar la ropa.
Demasiada moqueta para un sitio donde no hay suficiente limpieza.