Este hotel boutique es un oasis en la ciudad. Descanso perfecto, no se oye un ruido, impecable en limpieza, comodidad y decorado con buen gusto. La piscina es ideal para un chapuzón tras un paseo por la ciudad o al regresar de una excursión. Los desayunos son riquísimos, puedes elegir varias opciones,aparte de un zumo natural combinado(papaya y kiwi o naranja y melón), plato de fruta, cesta con bollería reciente y mermelada de melón natural. La atención del personal no pudo ser mejor, siempre pendientes y facilitándonos información, tours, transporte.. está ubicado al lado del parque de Santiago, a unos 10 minutos caminando del centro