El Tazumal es una joya. El encanto de un hotel pequeño con servicio de primera. Doña Conchita y su esposo, Angelica, Guadalupe e Idalia están siempre atentas a cualquier detalle o petición para que tu estadía sea perfecta. Un equipo de trabajo super profesional, atento, cercano y cálido. Los desayunos completos y deliciosos. Tambien puedes solicitar servicio de almuerzo igualmente delicioso. El ambiente familiar y acogedor. La localización es muy céntrica, a distancia de a pie de la Universidad Nacional. Tambien en los alrededores y a distancia de a pie hay buenos restaurantes, bares, cine y helados artesanales sabrosos. Las habitaciones super limpias y cómodas. Te ayudan tambien a conseguir transportación con un taxista de confianza muy puntual y cortes. Estuve con mi esposo 9 días y fue como estar en casa, pero sin limpiar, ni cocinar. Recomiendo este hotel sin reserva alguna y si vuelvo a El Salvador regresaré a mi habitación con vista al volcán El Boquerón.