El hotel es muy agradable, y muy cuidado. El problema viene cuando vas andando a Sarlat, según te dicen a diez minutos, que ya son quince por lo menos, y vuelves de noche, después de cenar, por una zona totalmente despoblada y una carretera sin iluminar. Lugar muy agradable, pero totalmente dependiente del coche. El desayuno caro para lo que ofrecen.