Nuestra estancia en este hotel ha sido muy grata. La relación calidad/precio, excelente.
Estuvimos en una habitación familiar, que realmente es un apartamento de 2 plantas (baja y sótano), amplio, confortable, decorado con muy buen gusto, y todo muy nuevo. Junto con otros 2 apartamentos, está en un edificio anexo al principal. A cada apartamento se accede directamente desde el exterior.
En la planta baja está el recibidor, la cocina y un dormitorio con una cama enorme. Bajando al sótano (que tiene luz natural), habitación con 2 camas y el cuarto de baño. La cocina está muy bien equipada. En la planta sótano hay una bañera de cobre aparte del cuarto de baño, que a su vez tiene su ducha. El apartamento está muy, muy bien. Por decir algo negativo, el baño es algo pequeño para lo grande que es todo lo demás.
El desayuno buffet se sirve en otro edificio, al lado, de nuevo con una decoración esmerada y original. El desayuno está muy bien para ser un hotel pequeño y para lo que es habitual en Dinamarca.
Hay aparcamiento suficiente.
Cruzando la calle hay un gran supermercado que abre de 9 a 21 los 7 días de la semana. Es una buena opción comprar allí para cenar en la habitación; los precios son similares a los de España.
En resumen, una muy buena opción de alojamiento.