La atención de Julio que nos hizo sentir a gusto. Habitación con lo justo y necesario. Camas individuales muy cómodas. Hay ventilador por si acaso tienes calor. Neverita con agua.
Hostal muy céntrico pero muy tranquilo, ningún ruido por la noche. El desayuno, opcional, muy completo con café/té, pan tostado, mantequilla, mermelada, aceite, fruta, jamón York, queso y zumo de naranja. Pudiendo repetir si te queda hambre.
A partir de cierta hora ya no hay recepción por lo que si vas a llegar tarde mejor llamarles para concretar.