Genial, precioso, personal predispuesto, servicial y atento. Alargamos dos noches más y para poder satisfacernos nos reubicaron la última noche en otra habitación. Almuerzo supercompleto, servido en bandeja en lanzona de la piscina. Baño bien distribuido y una superducha. Ubicación, para mi gusto ideal, en la zona del Kashbah, al lado de timabs Sadies, a un paso del Palacio Bahía y Badi y a 10 minutos andando de la Medina. Un remanso de paz en una ciudad caótica. Ultramarinos, panaderías, xambio de moneda... todo lo klnecesario al lado.