Hice la reserva por Internet. Cuando llegué, la joven (de nombre Cristal) en recepción me dijo que no tenía exactamente el tipo de habitación que había reservado. Acepté una diferente, con la condición de que sea para no-fumadores. Luego de unos cuantos minutos de espera, la joven me la la llave de la nueva habitación. Al llegar a la misma, y abrir la puerta, me encuentro con que la habitación estaba desordenada, sin limpieza, como si alguien aun estuviese aun allí. Volví entonces a recepción, le manifesté a Cristal lo que sucedía, y sin pedirme disculpas en ningún momento, se volvió a su computadora para buscar otra habitación. Finalmente, luego de una media hora desde mi arribo al hotel, conseguí una habitación lista y en condiciones para alojarme. La actitud de la joven me pareció de muy poco respeto y de y aprecio por el cliente. Y eso que presenté mi Tarjeta de Best Western Rewards.