El mejor hotel que he visitado en mi ruta por Dinamarca. Hotel espectacular, bonito, grande, tiene tantas salas que no te da tiempo a verlas todas, parking gratis, maquinas disponibles todo el día con cafés, chocolate, agua fría. El desayuno es increible, con maquinas para hacerte tu zumo de frutas o verduras, desayuno de calidad y variado, te puedes hacer tu propio gofre, tiene aguacates, maracuya, uno de los mejores desayunos que he probado.
No está cerca de la capital, pero está bien situado para ver el castillo de Frederisborg.
Altamente recomendable, si vuelvo por la zona repito. La pena no habernos quedado otro día más por lo menos.