Llegué al hotel bastante tarde, pero la recepción estaba disponible. Los recepcionistas hablan muy bien español. El hotel tiene ascensor, un dato muy importante en París, ya que muchos edificios no lo tienen. La habitación era muy cómoda. Tenía un balcón con una mesa, muy agradable. Me gustó mucho la ducha. Solamente señalaría que en vez de ofrecer el champú y gel de ducha en sobres, que son difíciles de abrir, se pusieran en otro formato.