Fue insoportable, no pude dormir por el ruido que hacían las personas de las habitaciones de al lado. Se oía todo: tirar de la cadena del water, las conversaciones, el agua de las tubería, la práctica del sexo de los de al lado. Y para colmo la nevera estaba vacía, no había ni agua, así que tuve que levantarme por la noche y bajar al patio central para sacar una botella de agua de la máquina. Por supuesto no volveré a reservar y pondré sobre aviso a los conocidos que me pregunten. Han perdido bastantes clientes.