Cuando llegas al portal, ves su estado, ves el ascensor, viejo y pequeño, piensas que te metes en un cuchitril. Por fortuna, cuando llegas a la planta del hotel, la sensación cambia.
Me decepcionó mucho que me asignaran una habitación que no se correspondía con lo que reservé, una habitación doble-confort. La habitación era muy pequeña y no se correspondía con la descripción en la Web. Y el hotel no estaba lleno, lo digo por la poca gente con la que coincidíamos en el desayuno y cuando salíamos del hotel para pasar el día en la maravillosa Roma.
Yo siempre me pongo en contacto con el hotel un par de días antes de la llegada. Les informo de cuando llega mi vuelo, tren, autobús, etc. Sé que eso les ayuda en la planificación de la jornada y a mi me da la tranquilidad de que la reserva está bien. El llegar allí y ver una habitación, teóricamente "Confort", tan pequeña, fue decepcionante.
Esos detalles siempre se recuerdan y se cuentan y no es bueno para el hotel.