El hotel es bastante básico y en ese sentido es muy caro. El barrio de un lado es increíble, del otro lado, había gente fumando crack. Los duelos son muy amables, es lo mejor del lugar, pero fuera de eso, en sí, no regresaría. Los cuatro pisos, el wifi que se interrumpe cada dos minutos, la limpieza y lo reducido de los recursos, se deben tomar en cuenta en comparación con el costo de la habitación. Repito, los dueños o encargados son encantadores.