Puedo clasificarlo de bien. Hay limpieza, pero no hay privacidad, ya que es una casa de familia, donde para entrar o salir, tienes que tocar el timbre y esperar a que ellos te abran la reja, ( cuando tienes que moverte, es bastante incómodo). Las habitaciones, son pequeñas y el precio es un poco alto para las condiciones. El trato es aceptable. La ubicación se dificulta, cuando no conoces, porque no tiene un letrero de anuncio.