E hotel es muy bueno, si bien los cuartos son pequeños, tienen una terraza propia increíble, con vistas extraordinarias.Está muy bien ubicado, alejado del centro, pero se puede acceder al mismo, caminando más o menos media por un sendero muy agradable o puedes tomar un taxi, que te cuesta 10 euros. La playa es excelente y privada, te ofrecen canoas y reposeras de agua. Es un lugar óptimo para descansar, y disfrutar de la playa. El desayuno es abundante y muy bueno. La atención, que es por sus dueños, es inmejorable. Sin duda, volveremos.