La ubicación del hotel nos pareció perfecta, tanto para hacer otros desplazamientos por la isla como para disfrutar de unas vistas excepcionales, y de unas instalaciones con gran encanto y sensibilidad para con el cliente y el medio ambiente.
La atención del personal fue también excepcional, hasta el punto de ayudarnos a reservar un coche de alquiler durante nuestra estancia, pues tuvimos muchos problemas para contratar con la empresa. Un detalle muy favorable.
La habitación tenía una decoración a la vez sencilla y muy acogedora, con una limpieza superior a la media, y una climatización correcta.
Podríamos seguir contando, pero creo que es mejor recomendar la experiencia de este lugar tan singular.