El hotel es precioso, cómodo y el personal muy atento. Sin embargo, tuvimos algunas situaciones que nos soprendieron:
- En el restaurante cobran servicio de mesa sin anticiparlo (ilegal) y sin dar nada a cambio (en el mediodía nada de nada, en la noche un pan solamente).
- Para un hotel de esta categoría, se acostumbra a encontrar dispenser de agua fría y caliente en todos los pisos, 2 aguas de medio litro de cortesía no resultan suficientes. El valor de la botella de agua en el restorán está por encima del valor de mercado en cualquier otro lugar, siendo básica para vivir.
- Cada habitación está equipada con una cafetera y dos cápsulas, las cuales cobran a 3usd cada una, un precio por demás superior en comparación con el de mercado. Al margen que por el valor de la habitación podrían estar incluidas.
- La pileta impresiona ser más grande de lo que es, profundidad 1.4mts.
- Cobro al valor dólar del día, aún para residentes argentinos al momento del checkout y el valor "total" de la publicación no incluía el IVA.
- Cuando llegamos, la habitación no estaba lista, a pesar de ser el horario de check-in. Cuando nos fuimos, por las dudas nos recordaron que el check out era a las 12 en punto.