Es un hotel bien situado, cerca de la Croissette y del puerto deportivo, a unos 500 metros. Cerca de bares típicos y restaurantes. Buen detalle el que tienen de darte un pequeño piscolabis hasta las 9:30 horas de la noche y gratis. Desayuno poco variado, pero rico. Lo peor, las habitaciones son pequeñas, casi no hay armario, el dar con el hotel la primera noche es complicado, porque no viene señalizado por ningún lado, y no hay prácticamente aparcamiento en la calle, excepto un garaje de pago que esta al lado, pero que cuesta encontrar la entrada, pagas 16 € diarios, y un detalle que no nos gusto, es que el baño, aunque limpio, la baza menos una noche, olía a pis, entiendo que sea de las cañerías, pero no me lo estoy inventando. Así y todo volveríamos sin dudarlo. Pagamos 122 euros diarios por la doble con desayuno.