El hotel es fantástico, nos ha encantado. Está en un sitio tranquilo, pero muy bien comunicado para hacer excursiones en Interlaken. La habitación muy espaciosa y cómoda, con vistas a las montañas. El desayuno excelente, buen café, buen pan, todo tipo de yogures .. en un salón con vistas al jardín. El restaurante también muy bien, y nada caro. Y el servicio muy amable.