No es un hotel en sí, es el albergue para peregrinos del camino de Santiago.
Habitaciones limpias, cómodas y sin lujos, pero agradable.
Los interruptores de la luz de las habitaciones estaban fuera de las habitaciones.
En uno de los baños no se podía atrancar la puerta.
El albergue ofrece desayuno por 2,5€.