La propiedad es grande pero no de lo mejor, la ubicación no es mala, pero no corresponde el precio con lo que ofrecen, además de que fue una experiencia muy desagradable, por que hacen un cobro de 35 dólares diarios, que por impuesto al turista (esto es ilegal) a lo cual, dicen que te regresarán 30 dólares diarios de esos 35, pero los tienes que utilizar obligadamente dentro de las instalaciones del hotel, pero te limitan a su uso, por que no puedes utilizar un restaurante para cenar o un bar, sólo para la cafetería y una barra de bar con snacks, o sea, consumes si o si, por que si no los utilizas los pierdes en el día por que no son acumulables, ese es el “impuesto al turista” pero si yo no quisiera desayunar ahí? Pues no, por que ya me cobraron ese dinero, por otra parte en tres panes ya se te fueron los 30 dólares, o sea, desayuno continental o americano, un robo total, para terminar con esto, yo consumí unos 70 dólares excedidos en toda mi estancia, 5 noches, pero me cobraron cerca de 220 dólares.
Las habitaciones muy mal distribuidas, yo fui con mi esposa e hija, éramos 3, las camas encontradas y pegadas a la pared, es decir te cancelaban un lado de la cama, y día se me cayó un libro por el lado de la pared y tuve que mover la cama, pesadísima por cierto, por que las camas como son 2 están hechas en una sola pieza, logré moverla y al moverla demasiada, demasiada basura, muy mal eso.
Mucho espacio desperdiciado, vintage, y minimalista, todo mal. No lo recomiendo