La ubicación es muy buena para recorrer el centro histórico. El lobby del hotel es lindo, el personal amable, es muy limpio. Sin embargo, la cama matrimonial no era muy cómoda y las sábanas tendían a salirse, lo que no resultaba cómodo. En todos los hoteles que estuvimos previamente en Ecuador, que eran del mismo rango de precios, reponín cada día las botellas de agua y el shampoo. Aquí no. En cuanto al desayuno, el más discreto de todos los hoteles que estuvimos en este viaje. Y finalmente, tienen un sistema de TV cable (Claro) que se desconfigura a cada vez que uno apretaba por equivocación una tecla, perdiéndose la señal. Si uno llamaba, eran muy gentiles y lo arreglaban, pero era molesto.