El único fallo que tiene es que no hay ascensor, aunque son muy amables y te ayudan a subir la maleta. Por lo demás todo muy bien la habitación insonorizada, gracias a Dios porque está en pleno centro con muchísimo ruido. El baño muy bien también con albornoces, zapatillas, y útiles de baño. Teníamos una cocina con nevera, hervidor etc. El desayuno correcto, te entregan una carta con las posibles opciones para desayunar, los zumos no son naturales, pero los huevos con bacon pepino y tomate están muy buenos, ponen 3 huevos fritos ¿? la otra opción más interesante son los creps, con el café añaden un dulce