Bueno en general, lo mejor que tiene es el onsem, espectacular, al aire libre y muy bien decorado, para estar en el agua todo el día metido, el resto bien, desayuno japonés normal y correcto, situado a 10 minutos andando de la estación de tren del parque de atracciones del Monte Fuji, lo único negativo por decir algo sería el tamaño de la habitación, algo pequeña, pero se compensa con las vistas del monte Fuji que teníamos desde la ventana