El protocolo COVID de NOI, nos aseguraba ocupación pieza por medio, cosa que no se cumplió. Estaban todas las piezas ocupadas. Luego la comida, nuevamente no se cumple la promesa sanitaria, y de paso los protocolos establecidos por la autoridad. Nos sentaron en el restaurant cerrado (solo se puede utilizar espacios abiertos y al 25% de capacidad). Una carta deficiente y atención muy básica, se demoraron 25 minutos en preguntarnos qué queríamos tomar!!! Al desayuno las cosas no cambiaron, atención lenta, máquina de café sin café (2 veces), yogurt abierto, etc. En resumen, un hotel solo con cartel “de lujo” que no vale ni un tercio de lo que cobra, y más grave aún, que no se ha tomado en serio lo que significa cuidar su negocio y menos la Salud de sus trabajadores y huéspedes.
Hace algunos meses visitamos Puma Lodge, perteneciente a NOI (pre pandemia), y vivimos los mismos problemas de administración. Es decir, el problema no es del administrador local. Es un problema de administración central. Una lástima.