Está muy bien ubicado a un paso de los barcos-vivienda que recorren la costa amalfitana, muy cerca de la estación d e trenes, las habitaciones son lindas la decoración n personalizada de muy buen gusto , amplias y nuevas , el desayuno delicioso , viniendo el dueño es un gran fotógrafo, sus oros están expuesta en los dormitorios bien y demás áreas, LUCÍA, es una persona muy amable, cálida , nos acompañó hasta la calle a mostrarnos las direcciones de los lugares q qu quwriamos visitar, nos atendió como reinas , y no se sentimos como en casa