Nos toco una habitación en el segundo piso con baño privado, microondas y heladera, luminosa como todo el edificio, buena luz natural. No hay una recepción como tal, el edificio tiene un mercadito en planta baja abierto 24hs donde uno se registra, las habitaciones están en los tres pisos superiores que se accede por escalera, cómoda, pero no hay ascensor. En planta baja hay una máquina de café gratuito donde uno se sirve a gusto. En la habitación todos los dias dejan frutas frescas, con lo que se tiene un desayuno.
Está cerca de la estación de tren y se puede ir caminando al centro. El precio es inferior a la media de Zúrich.