Lamentablemente no fue buena mi estadía en el Dazzler Rosario. El garage está lejos, a la vuelta, si bien se puede acceder al hotel por ascensor. Lo peor es el restaurante y desayunador. Falta total de capacitación en el personal. Lentos, desganados. En el desayunador, quien preparaba el café y manipulaba tazas, tenía el barbijo debajo de su mentón y me trajeron un vaso con agua que estaba manchado con lápiz labial. Obvio, no había sido lavado . Se notaba falta de una buena capacitación de los empleados. Todos inseguros. El desayuno muy pobre. El cuarto bueno, muy buena cama.