El hotel no se ve como en las fotos, es un hotel muy viejo y descuidado, le falta mantenimiento, las camas son incómodas, el baño olía feo y el agua caliente tardaba mucho en salir, las toallas que te preoporcionan son horribles, parecen trapos, no las cambian y nos dieron una toalla sucia y no absorben. El personal siempre tuvo mala cara y parecían enojados todo el tiempo. Nos cobraron un impuesto por noche que nos pareció excesivo comparado con otras ciudades europeas.
La única ventaja que este hotel tiene es la cercanía a la estación TERMINI que te lleva a todos lados, cerca del hotel hay varios restaurantes y bares a donde salir.