La casa está muy bien localizada en Trinidad, céntrica, pero al mismo tiempo en una zona tranquila, lo que garantiza no tener ruidos por la noche. La habitación (suite) y el baño eran amplios. La habitación es muy cómoda, bonita, y en un estado de impecable. Da a un patio interior de una casa colonial con mucho encanto, donde se desayuna, y se puede descansar a la sombra de los árboles y de la vegetación. El desayuno fantástico, abundante y de calidad. Servido además con mucha atención y esmero. El propietario es muy amable, nos dió mucha información local de gran utilidad, un plano, y nos gestionó el taxi de vuelta al aeropuerto de La Habana. En definitiva, muy muy recomendable. Volveria de nuevo.