Hotel pequeño con piscina a pocas manzanas del mercado de Hoi An y de las zonas turísticas, pero muy tranquilo. Con muchos restaurantes y cafés cerca, así como otros servicios.
Tiene una pequeña piscina que no pudimos utilizar por la temperatura que hacía en nuestra visita, pero aparentaba muy agradable. Desayuno buffet con un plato del día (generalmente de tallarines o sopa), Sin ser espectacular era muy correcto.
Tenía bicicletas para la utilización gratuita de los huéspedes, aunque se puede ir caminando a la mayoría de los sitios de interés.
Por ponerle un punto negativo, nos tocó una habitación con parte de un muro a escasos centimetros de la ventana, con lo que las vistas no eran las mejores. También debido a un cable pelado, recibí una descarga eléctrica al desenchufar la lámpara para poner el cargador en el enchufe. aunque lo veo más como detalles casuales, por el precio, creo que fue una gran elección de hotel.