Pésima experiencia. Nos avisaron por mail el día antes (mientras estabamos en vuelo) que no hay recepción y mandaron instrucciones para check in. La dirección no es fácil de encontrar (los números no son consecutivos y sólo aparece una placa pequeña en la puerta de un edificio) y el hotel queda en un 3º piso sin ascensor (hay que subir las maletas en la oscuridad si uno llega de noche). Además el desayuno es un ticket para un café local (que es bastante bueno), pero queda alejado 1 cuadra. La habitación es grande y cómoda, lamentablemente del baño sale un olor tremendo, como a alcantarilla, pero se siente también en esa zona de la calle. El check out tampoco es presencial, todo por WhatsApp y te piden que dejes el dinero del impuesto municipal y las llaves en el cuarto antes de irte. En toda nuestra estadía (4 días) nunca vimos a nadie encargado del hotel, sólo nos hacían la habitación diariamente.