Impresionante casón del S XIX con todas las comodidades del S XXI. De agradecer las medidas de seguridad en estos tiempos de covid, perfectas y lógicas! Limpio, acogedor, cómodo, personal amable y dispuesto a ayudar al 100%. Precio muy ajustado para esas instalaciones "palaciegas". Piscina estupenda con hamacas. Servicio de bar y comedor dentro del edificio y en terraza con sombrillas.
Muy buen desayuno donde puedes elegir lo que quieras de una lista enorme al no. Poder instalarse buffet libre. Se respira paz y belleza. El entorno del parque natural, con multitud de rutas de senderismo, bicicleta, etc, espectacular. También un espectáculo para la vista el Palacio de Hornillos, la iglesia de San Jorge y los terrenos que colindan. Se puede pasear por bosque y por río. Y si quieres ciudad, a 20 kms está Torrelavega, segunda ciudad en tamaño de Cantabria, con excelente comercio y oferta gastronómica y cultural. Volveremos seguro! Gracias por todo