Reserve este hotel por las buenas recomendaciones que leí en la página...pero se quedaron cortos. Fuimos en un viaje de dos días para conocer Praga, y la ubicación no puede ser mejor. Nos permitió ver lo mejor de la vieja ciudad de día y de noche, porque todo queda muy cerca del hotel .La habitación fue una grata sorpresa, espaciosa y muy confortable. Y el desayuno fue de los mejores que he visto en un hotel que es relativamente pequeño. Probamos todo tipo de especialidades de la cocina Checa. Había hasta sopa, aunque honestamente no la probamos a las 9 de la mañana ..jugos diferentes, tes, aguas saborizadas y la pastelería riquísima. Luego de ese desayuno tipo Brunch iniciamos el segundo día de turismo con mucha energía ! Sin duda volveré a esta ciudad y al hotel Jhosefine