Un trato lamentable por parte de la dueña o encargada. Al volver después de cenar el código de entrada al hotel no funcionaba. Nos había funcionado apenas un par de horas antes pero ya no estaba funcionando.
Fuimos al restaurante donde ella también trabaja y la comunicamos lo ocurrido y, lejos de tener intención de ayudarnos no nos creía, diciéndonos que todo el mundo podía entrar sin problema. La explicamos que nosotros también habíamos podido entrar unas horas antes, pero no nos ayudaba.
Finalmente, y para nuestra sorpresa, avisó a un amigo que había en el mismo restaurante para que se acercase con nosotros a abrirnos la puerta. Nos llevó a matacaballos una persona visiblemente bebida. Cuando llegamos al hotel introdujo el código y... claro, no funcionaba como nosotros habíamos dicho. Lo estuvo intentando arreglar hablando con ella por teléfono y no lo conseguía. Tras 10 minutos tuvo que realizar alguna gestión porque de repente ya funcionó por arte de magia.
Así que una situación surrealista. ¿Qué hubiese pasado si en vez de ser a las 22:30h como era hubiésemos salido a tomar algo y no hubiésemos podido encontrarla?
Sin duda alguna el peor sitio en el que hemos estado.
No se lo recomiendo a nadie.